Los cerramientos de cristal son una estructura perfecta para mejorar el confort y elevar el uso de los espacios exteriores. A diferencia de otro tipo de estructuras similares, tienen la virtud de crear «habitaciones» en terrazas, jardines o balcones sin que se pierda la sensación de estar al aire libre.
Esto se logra gracias a trabajar con el vidrio como principal elemento de las estructuras. Apostando por paredes y techos de este material, los cerramientos cumplen su objetivo de proteger de la lluvia, el viento y las bajas temperaturas sin que las personas que están dentro tengan la sensación de estar en un espacio cerrado.
En los últimos años, este tipo de montajes, estructuras acristaladas, se han popularizado tanto a nivel privado, en chalets, terrazas y áticos, como en espacios abiertos al público, donde las terrazas de los locales de restauración son los principales defensores de este sistema de espacios exteriores protegidos.
Tanto es así que en la actualidad existen diferentes tipos de cerramientos de cristal, que se adaptan a las necesidades de los distintos espacios y, a la vez, a los gustos estéticos de los clientes que deciden instalar estas estructuras en sus propiedades.
Un cerramiento para cada espacio
Los diferentes tipos de cerramiento de cristal se clasifican, sobre todo, por la capacidad y el sistema de apertura de sus hojas de vidrio. En ese sentido, los más habituales son los cerramientos plegables, los cerramientos correderos y las cortinas de cristal.
Cerramientos plegables
En Revenval trabajamos con el sistema de C3 SYSTEMS, un fabricante que ofrece mucha versatilidad a las terrazas de vidrio, puesto que estas pueden estar completamente abiertas o cerradas gracias a un sistema de plegado de las hojas de vidrio que generan las paredes del espacio.
De este modo, la terraza se puede abrir totalmente en verano, para convertirla en un espacio al aire libre y disfrutar de la temperatura agradable y el sol; y cerrarla cuando el tiempo cambie y sea preciso resguardarse sin tener que renunciar por ello a estar en el exterior.
Cerramientos correderos
Los cerramientos correderos cuentan con una estructura con rieles que permiten desplazar unas hojas sobre otras como en el caso de las puertas correderas.
Se pueden mover muy fácilmente y es posible elegir el grado de apertura que se quiere dar al espacio, aunque este nunca superará el total de la estructura, puesto que una hoja se cierra sobre la otra.
Lo más negativo de este modelo de cerramiento es el aislamiento térmico y acústico. Las hojas tienen que estar superpuestas, y esto limita el sellado del muro de cristal, con todo lo que ello conlleva.
Cortinas de cristal
Lo más interesante de las cortinas de cristal es que se eliminan prácticamente del todo los perfiles de la estructura, generando una sensación de apertura todavía mayor.
El sistema que habilita el movimiento de las distintas hojas de vidrio está basado en unas pequeñas guías que permiten que las hojas se plieguen unas sobre otras hacia un lado de la estructura, como ocurre en el caso de los cerramientos plegables, pero siendo estos algo más ligeros.
Su principal virtud puede ser también una debilidad: finalmente es una estructura algo más delicada y no está muy recomendada para espacios con mucho tránsito como terrazas de bares o restaurantes.
Estos son los principales tipos de cerramientos de cristal utilizados en la actualidad. Trabajar con sus diferentes versiones dependerá del gusto estético, las necesidades del espacio y el presupuesto del cliente.
Llámanos!! Te ayudaremos a elegir la mejor opción.
Deja un comentario