Hay muchos tipos de vidrios para ventanas y cerramientos y, cuando necesitamos cambiarlos, la elección siempre va a depender de nuestro presupuesto y de nuestras necesidades.
Sin embargo, también debemos tener en cuenta la ubicación de los cerramientos donde irá colocado el vidrio, pues las clases de vidrios para ventanas que pondremos no serán los mismos en una ventana de nuestra casa que en una de un negocio, donde la seguridad tiene que ser mayor.
Clases de vidrios para ventanas
El Distribuidor de ventanas nos hablará de los tipos de cristales para ventanas que podemos elegir cuando las cambiemos, momento en el que debemos aprovechar para mejorar el aislamiento lo máximo posible, algo a lo que contribuyen mucho los cristales que coloquemos.
Monolíticos
Son los cristales para ventanas más baratos y los que se pueden ver en ventanas antiguas. Su aislamiento, tanto de las temperaturas como del ruido, es casi nulo. Por eso, no son recomendables en ningún caso para cerramientos exteriores, sólo en composiciones interiores en vivienda
Laminados
Los vidrios laminados en ventanas se utilizan sobre todo en dos sentidos: para dotar a la misma de un mayor grado de aislamiento acústico o un mayor grado de seguridad frente a la intrusión.
Los vidrios laminados para ventanas se suelen usar en los cerramientos de los negocios que son propensos a los robos. Se denominan también como “cristales blindados” por su alta resistencia a los golpes y se pueden colocar en viviendas que estén situadas en lugares con una incidencia de robos alta.
También se utilizan en ventanas donde la contaminación acústica por el ruido debido al tráfico o zonas de ocio es muy elevado, ya
que ayudan a absorber mucho mejor el sonido.
Dobles
Ahora mismo, casi todos los vidrios para ventanas de casas son de este tipo. La ventana tiene dos cristales con una cámara de aire en medio, la cual puede estar rellena por algún tipo de gas inerte.
La idea es que la cámara de aire reduzca la transferencia de calor y frío del exterior al interior, lo que permite que la factura de la calefacción y del aire acondicionado sea menor.
Templados
Los diferentes tipos de cristales para ventanas tienen algo en común y es que cuando se rompen lo hacen en trozos grandes y muy afilados.
Esto no suele ser un problema para las ventanas, pues es raro que se rompan, pero sí lo es para los cristales que están puestos en zonas de paso como los que hay en las puertas. De ahí que se use este tratamiento, que consigue que cuando el cristal se rompe lo haga en trozos muy pequeños, los cuales no representan ningún peligro.
También se usa en cristaleras de locales situados a pie de calle.
Flotados
Es el que todos tenemos en casa en estos momentos, pues gracias a su proceso de fabricación se consigue un cristal duro y de alta calidad, con unas buenas propiedades acústicas y térmicas, lo que lo hace el favorito de los cristaleros cuando tienen que ponerlo en las viviendas.
De baja emisividad
El tratamiento de baja emisividad en un vidrio permite que el mismo mantenga durante más tiempo dentro de casa la energía generada a frio o calor. No son recomendables disponerlos en zonas soleadas a no ser que sea combinados con un tratamiento adicional de Control Solar.
Muy similares a los dobles (de hecho, se usan de la misma manera) y con una eficiencia mayor que viene especificada por un valor llamado “U”. Así, cuando vayamos a poner este tipo de cristales siempre hay que escoger el cristal que tenga un valor U más bajo.
Con Control Solar
Los vidrios con control solar nos permiten el paso de la luz solar, pero frena la radicación solar recibida por el mismo, de forma que mejora el grado de aislamiento de la ventana. Es un tratamiento recomendable en ventanas muy soleadas, en combinación con el tratamiento de Baja Emisividad.
Cuáles son los tipos de vidrios para ventanas más recomendados
A no ser que tengamos necesidades especiales, por seguridad o por estar en una zona de paso, los mejores tipos de vidrios para ventanas son los dobles y los que combinan los tratamientos de control solar y baja emisividad
Estos vidrios no son mucho más caros que los dobles y lo cierto es que a larga se amortizan, más teniendo en cuenta que unas ventanas nos pueden durar décadas.
En el mercado hay muchos tipos de vidrios, pero lo mejor es decantarse por los más eficientes para ventanas exteriores y dejar el resto para ventanas interiores o para lugares en los que la eficiencia energética no es importante.
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